Séptimo laberinto: Las alas de Inti

Yo estaba en un templo Inca, Aida era guardiana de sus secretos y yo conocía el monasterio de la profecía...
Estaba en la misión de los ángeles del Cuzco, que consistía en refugiarnos de la codicia y violencia de los españoles. De esta forma, mi ayuda era fundamental, pues yo hablaba como ellos el Quechua. La cordillera de los Ándes la conocía como la palma de mi mano, en mis vuelos aerodinámicos (antes de la sucesión de mis alas).
Los chamanes advertían mi presencia, y me permitían el paso. Estos, vestidos a la usanza de los sacerdotes incas, me señalaban la importancia del sol y con ellos me dirigí a la cumbre del poblado...
Del otro lado de la cumbre, en dirección de los cuatro puntos cardinales estaba Perséfone. Ún águila del norte y un cóndor del sur, volaban juntos otra vez sólo para la buena nueva...
Según la creencia inca "los nuevos guardianes de la tierra vendrán por el occidente, y aquellos que causen mayor daño en la Madre Tierra tendrán que rehacer su relación con ella" eso era definitorio para Hades, él que destrozó a la Pachamama por el maldito oro junto con los españoles. (busca mis alas, como pirata, un tesoro)...

Las noticias eran tan hermosas como el imperio precolombino, el último elemento de mi laberinto, el eslabón perdido ¡mis alas de oro! confeccionadas por la escritora andina, habían sido encontradas... ¿Será posible?.
No pasaba de ser un interesante hallazgo. Sin embargo constituían en mi vida mi forma de abandonar la medianía humana, intermediar por los que mueren por causas justas y dilucidar el plan de Dios para las misiones venideras. Correspondía que el dios del sol me ayudase en esta odisea (de ir por mis alas), pues Perséfone está en esa cumbre... El dios del viento sopla terriblemente y, como mis alas son de oro, pueden ceder por gravedad... Hades es un mercenario con los objetos de valor, por eso raptó a Perséfone, por el valor de su integridad... Y puede que lleves mis alas, ahora...

Recurrí a mis sacerdotes nativos, también llamados los últimos incas y me profesaron la sabiduría de los vuelos de sus águilas...
-¡Raphaela! ten estas alas en miniatura de nuestras aves indígenas en señal de nuestra fe, mientras los colonizadores robaban de nuestro pueblo, tu orabas por el alma de nuestros muertos. Eres digna de tu Dios, mis dioses te respetan, Ángel-pacha (ángel de tierra)-
Y en medio de sus músicas tan amadas por Aida, fui en búsqueda de mis alas, cruzando a pie el altiplano, divisando mucha luz en el horizonte, ¡pero mi Dios! ¡qué es esto! ¿mis alas?...

Uno de los sacerdotes hizo una confesión para mí: -Tus laberintos de piedra fueron tallados por los espíritus incas, pero sin águlos rectos, (para que parezcan vivas)... Tus escritores no sólo eran expertos esculpiendo piedras, si no que modificaron algunas letras comandados por Aida-.

Sus etnias rendían algunos cultos a sus dioses y ellos, ya unificados en el Panteón, también veneraban a sus astros...
Aida había confeccionado mis alas con el oro de Viracocha y él amaba la intelectualidad y los juegos de ingenio. Aida sabía que él tenía un amigo que era un mago (su pájaro Inti), con dos alas de oro y por un juego de constelaciones Aida escribió (poesías a sus dioses menores) y entre tanta literatura (las alas del ave ya eran mías)...
Por eso Aida me regaló mi primer espantapájaros, por eso mi miedo a las aves...
¡Raphaela! nuestro dios Viracocha es el eje de nuestro imperio y nuestro creador como para tí lo es Dostoievski. Eres merecedora de tus alas, tú nos ayudaste con tu fé cuando la codicia colonizadora nos violentaba, oraste por nuestros muertos. Las plumas del ave de nuestro dios tenían la misión de servir al imperio inca, y tú lo hiciste a tu manera cristiana ¡pero los dioses! ¡que entienda tu Dios!, merecemos igual respeto, tu amistad con Perséfone (que es una diosa en la otra mitología) no importó para un ángel su religión, es por eso Raphaela que cediste al pie de la tumba de Aida tus alas, ser invertebrada fué tu condición... ¡Que entienda tu Padre!.
¡Perséfone la diosa encontró tus alas!... No es casual que ella antes conociera de nuestro pueblo y que en su palacio tenga algunos recuerdos de su estancia...

El sacerdote tenía razón, pero mis pecados sin mis alas, mi Padre los conoce...
Es estricto, pero ahora que tengo mis alas me prohibe la amistad con mis escritores malditos, el libre albedrío sigue su curso, pero ahora tengo misiones... ¿Ganaré el beneplácito de mi Padre?... Tengo que ir en búsqueda de un amigo al cual cederé mis tres deseos... Los que me ha dado Dios...

6 comentarios:

Georgie boy dijo...

Hola Raphaela!, que linda tus alas doradas!, sé que volarás al sur, yo pilotearé mi Mazinguer al desierto, nos separarán 2377 km de distacia...
Pero ambos sabemos que siempre estaremos de la mano.

Angeles dijo...

Gracias por recuperar tus alas. Y saludos a los dioses incas, claro que conozco sus templos, mi estadía allá no fue corta y mi corazón clama por un pronto regreso.

Anónimo dijo...

Raphaela, tu historia, me hizo pensar que lejos estamos de nuestras raices...
Tiene razón el piloto de Mazinguer, dudo que haya otra, más linda que tú (con tus alas de Inti)o por lo menos tan inteligente.
Que los incas hicieran de piedra tus laberintos y tus maestros esculpieran las rocas, me hizo pensar en lo valiosa que eres en el mundo de los poetas (no cualquiera habla con sus escritores)y tu ironía le sigue el juego. Que suerte tiene ese piloto ¿?

Raphaela dijo...

¡Oh! ¡Que emoción! tengo las alas del ave Inti... Aida quería que fuera en el Cuzco, y así lo hice...
Gracias a:
Perséfone, Marguirot, Princesa de las nieves, Amigo anónimo, Nanael, Sakyamuni, Barokawa, Dostoievski Poe, Bierce, Frankenstein y Exupery (y perdonen mis escritores precolombinos, pero por espacio, no los puedo nombrar a todos). Georgie Boy ¡que bueno que viste mis alas! ¡suerte en el desierto! ¿visitarás a Aida? está muy cerca de tu abuelo...

Angeles dijo...

En relación a tu pregunta sobre tu residencia, ya que no estamos en Berlín una buena idea sería la torre Entel o quizas la telefónica. O también la Virgen del San Cristobal?

La verdad mas bien te veo en una nube, algo así como Goku.

Xico Rocha dijo...

Te felicito por tu blog.
Rocha